Se denomina lluvia sobre nieve a los fenómenos meteorológicos en los que la lluvia cae sobre un manto de nieve preexistente. La temperatura relativamente más cálida de la lluvia provoca un deshielo más rápido. Este fenómeno ha contribuido a dañinas inundaciones en Utah. La lluvia sobre nieve es un componente habitual del deshielo primaveral y de las inundaciones fluviales resultantes. Pero puede ocurrir en cualquier estación cuando la capa de nieve es considerable. Las áreas alejadas de las llanuras aluviales fluviales pueden inundarse si no hay un drenaje pluvial adecuado. En lugares con aguas subterráneas poco profundas, la lluvia sobre la nieve puede inundar rápidamente los sótanos y otras instalaciones subterráneas, y dañar las líneas de servicios enterradas.

Un dique es una estructura artificial con un terraplén de tierra u hormigón. Los diques contienen, controlan o desplazan el flujo de agua durante una inundación. Los diques pueden reducir el riesgo de inundación, pero no lo eliminan por completo. Pueden retener el agua durante una tormenta, pero no en la siguiente. La erosión, el crecimiento excesivo de la vegetación y las estructuras construidas sobre los diques pueden afectar a su integridad estructural, aumentando las posibilidades de que se produzca una brecha o un desbordamiento.

Debido a su clima seco, Utah cuenta con un extenso sistema de canales de riego, algunos de los cuales datan de mediados del siglo XIX. Ha habido muchos casos de fallos que han dañado propiedades e incluso se han cobrado vidas. Esta foto muestra una rotura de canal en 2013 en Murray, UT. (Foto de Trent Nelson, Salt Lake Tribune).

Las inundaciones del litoral pueden ser el resultado de una combinación de subidas del nivel del agua por tormentas, mareas, formación de olas y cambios estacionales del nivel del lago. En Utah, sólo el Great Salt Lake y el Lago de Utah son lo bastante grandes como para tener subidas del nivel del agua por tormentas, mareas y olas considerables. En 1952 y 1983 se produjeron inundaciones del litoral graves en ambos lagos. Aunque actualmente el nivel de los lagos es bajo, si se dan las circunstancias adecuadas podría haber inundaciones de nuevo en el futuro.

Imagen de la costa del Gran Lago Salado por Scott Stringham (extracto del vídeo)

Las áreas afectadas por los incendios forestales son especialmente susceptibles de sufrir inundaciones repentinas y flujos de escombros durante las tormentas. Las precipitaciones que normalmente son absorbidas por el suelo y la vegetación pueden escurrirse casi instantáneamente, provocando la crecida de arroyos y áreas de drenaje con mayor magnitud de lo normal. Las fuertes lluvias en áreas recién quemadas también pueden movilizar sedimentos y provocar un flujo de escombros mucho más destructivo.

Para más información visite la página de la División de Gestión de Emergencias Inundaciones tras un incendio.

Las inundaciones, los flujos de escombros y los flujos de lodo pueden producirse en los abanicos aluviales, que son áreas de depósitos geológicos en las desembocaduras de los cañones. Si un incendio quema las laderas de una cuenca aguas arriba y va seguido de un fuerte temporal de lluvias, los riesgos para los propietarios/residentes de los abanicos aumentan drásticamente.

Para obtener más información sobre el riesgo y la mitigación de los abanicos aluviales, haga clic aquí.